3 de diciembre de 2012

Lumia 710, el otro integrante de la familia Windows Phone de Nokia

 
Publico aqui una reseña del Nokia Lumia 710. Acá va una versión ampliada del texto.
Por estos días estuve probando el Nokia Lumia 710, el hermano menor del Lumia 900 que salió a la venta en nuestro país en agosto último. El teléfono tiene un precio de 799 pesos con Claro y Personal, y de 999 pesos con Movistar.
Es un smartphone con pantalla LCD de 3,7” (800 x 480 pixeles), chip Qualcomm Snapdragon a 1,4 GHz, 512 MB de RAM (es decir, mismo procesador y RAM que el Lumia 900), 8 GB de almacenamiento no expandible, cámara de 5 megapixeles que graba video en 720p, radio FM y el trío básico de cualquier móvil inteligente: 3G, Wi-Fi y GPS. La batería es de 1300 mAh.
El equipo usa  Windows Phone 7.5. Se actualizará a 7.8 en los primeros meses del año próximo, pero no a Windows Phone 8, presentado en octubre último. Dependiendo de cómo lo mires -o cómo lo quieras ver- esto cancela totalmente cualquier posibilidad de compra o no. La visión negativa lo define como un teléfono muerto en vida, que no se actualizará, y cuya biblioteca de aplicaciones ya no crecerá demasiado (las aplicaciones de WP7 funcionan en WP8 pero no al revés).

 

Yo creo que por el precio del teléfono, las prestaciones y las aplicaciones de las que ya dispone -por más que sea más limitada que la de Android o el iPhone- vale la pena, salvo que el usuario sea alguien que busca un equipo con muchos videojuegos, aplicaciones de todo tipo y posibilidades de personalización.
Como sucede con su hermano mayor, y con otros equipos que usan este sistema operativo, el rendimiento general del equipo es muy bueno, sobre todo en la gestión del correo electrónico, la mensajería instantánea y la gestión de documentos de oficina tipo Word o Excel (que se integran con la oferta online de Microsoft). Así por un precio relativamente bajo se obtiene un excelente paquete de software para esos menesteres: no se resigna funcionalidad con el precio.
Es lo bueno que tiene Windows Phone: Microsoft definió un mínimo de hardware para usarlo, y el sistema operativo está pensado precisamente para esas prestaciones por lo que funciona muy bien. No hay titubeos en las transiciones entre aplicaciones, nada tarda más o menos que en otros equipos, no hay incompatibilidades por diferencia de tamaño de pantalla o menos RAM.
Esto no significa que sea perfecto: la multitarea es limitada (y obliga a usar el botón Atrás, que con una presión larga muestra las últimas aplicaciones usadas, para realmente aprovecharla). Lo mismo sucede con su su navegador Web, el Internet Explorer 9, que es más que decente, pero no mejor que Firefox o Chrome,  o la oferta de herramientas adicionales. Hay algo más de cien mil aplicaciones para Windows Phone contra las 700 mil de Android o iPhone, y la diferencia se nota, sobre todo, en los videojuegos: la disponibilidad de títulos populares es notoriamente menor. A la vez, el uso de las baldosas activas (esos rectángulos que van en la vista inicial, y que funcionan como widgets y accesos directos) puede terminar resultado algo monótonos.

Los botones de volumen y el de la cámara
La mayoría de los servicios más usados (Facebook, Twitter, Whatsapp, Dropbox, Skype, chat de toda clase, etcétera), sin embargo, están disponibles para el Lumia 710, lo mismo que los clásicos y muy buenos mapas con navegación guiada offline.
El teléfono tiene un buen tamaño; casi diría un tamaño clásico, y un estilo reminiscente del C7 con Symbian. No ganará premios por su delgadez, pero al ser relativamente pequeño esto no molesta. Al frente tiene los tres botones de control de Windows Phone  –que sobresalen apenas de la carcasa-, el botón de bloqueo arriba (una molestia, pero menor) y el de activación de la cámara al costado. Este último me resultó más duro de lo deseable. Es una pena, porque uno de los fuertes de Windows Phone es la posibilidad de activar la cámara con el teléfono bloqueado, algo que en este caso requiere de una presión mayor a la esperada.
La cámara en sí es buena, sobre todo para su segmento de precio, y los controles son muy sencillos, cortesía de Windows Phone.
El equipo es puro plástico, pero se lo siente sólido y durable. La pantalla tiene muy buena definición y contraste (usa un filtro polarizador que Nokia llama ClearBlack, y que incluye en otros teléfonos), pero no es AMOLED como el Lumia 900, por lo que su visibilidad –sobre todo al aire libre- sufre. El tamaño de la pantalla no afecta -afortunadamente- al teclado, que sigue siendo muy bueno a la hora de adivinar la palabra que estamos tipeando.
El Lumia 710 brinda una autonomía decente, aunque es poco probable que se llegue a la noche con un uso activo sin apelar a una recarga de su batería de 1300 mAh. Y es una pena que no tenga más de 8 GB (en rigor, 6 GB disponibles para el usuario), algo que también limita a otro móvil de su segmento, el Sony Xperia U.
En definitiva, quienes busquen más versatilidad en la interfaz, juegos avanzados o una mayor variedad de aplicaciones que excedan las más populares tienen más probabilidad de encontrar lo que buscan en Android. Pero el Lumia 710 es un smartphone muy razonable, sobre todo por las prestaciones que incluye para su precio.

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